Casa do Canto

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A Casa do Canto data do século XVII (1680), mas a sua história mais recente se remonta ao início do século XIX, época em que António Rodrigues e, mais tarde, os seus filhos António e Manuel Joaquim aumentaram o seu património de vinhos em Bairrada a tal punto que numa pedra grabada na vinha consta a produção de vinho em 1856, que era de 4.678 barricas e se tornou a maior vinha da região.

Manuel Joaquim, aunque propietario, era sacerdote y por ello se volcó en el ámbito eclesiástico, mientras que António gestionaba la finca familiar. Estos hermanos vivían juntos en Casa do Canto. Una de las propiedades se llama Olival do Senhor (Olivar del Señor), porque de sus olivos salían las aceitunas que luego daban el aceite, que se utilizaba en la capilla de la casa para dar luz al Señor. La capilla de la casa data de 1680, y en 1860 fue consagrada al Santo Nombre de Jesús. El altar tiene la piedra del altar (que contiene las Santas Reliquias) y un retablo en cantería que aparece en la página 61 de la monografía de Anadia, atribuido al maestro cantero João de Ruão. En la sacristía hay una vidriera de hierro forjado y cristal con alusiones a S.a António y una imagen de barro rojo pintado de los alfares de Aveiro de mediados del siglo XIX (1845 a 1850).

De la primera construcción quedan la cochera, el patio, el alambique y algunas construcciones rurales. La casa actual, de bella arquitectura, fue construida en 1903 por Afonso Joaquim, 12º hijo de António. No início da I República, quando a propriedade da Igreja foi vendida em subasta pública, Afonso Joaquim adquiriu parte do Passal, onde ainda existe um roble que é considerado o mais antigo da região.

Las uvas se vendimian en su punto justo de maduración, llegan a la bodega en cajas de transporte de uva y se despalillan. En la bodega, los mostos fermentan lentamente en lagares abiertos tradicionales y depósitos de acero inoxidable cerrados con frío, y los vinos se almacenan en vasijas de cemento esmaltado, acero inoxidable y madera.

En 2010, a principios del siglo XXI, Casa do Canto cambió de propietario, que quiso mantener la tradición. Es una marca fuerte, con prestigio, que quiere diversificar la gama, aumentar la producción, conquistar nuevos mercados, invertir en enoturismo, promover los vinos y la hospitalidad de esta tierra llamada Ancas, en el corazón de Bairrada, en el pleno respeto de todos los que forman parte de esta larga historia de Casa do Canto.