Proveniente de una familia de pequeños viticultores de Anadia, capital de Bairrada, Pedro Guilherme Andrade comprendió pronto que la vitivinicultura era casi una fatalidad en su vida.
Un destino que le fue impuesto precozmente por una cotidianeidad familiar y por una geografía emocional que revela la prodigalidad de la viña a manos del Hombre, en una alquimia que aún pasa por la bodega y culmina en el vino.
Distancia desde los Espacios Bairrada
Curia: 8,9km - 13min
Oliveira do Bairro: 14,6km - 16min
La cartera de productos de PGA refleja la voluntad de preservar el genuino vino de Bairrada a partir de pequeñas partidas de vinos laboriosamente elaborados y madurados. Esto en un momento de gran masificación y diversificación de la oferta de vinos a nivel mundial pero también, y paradójicamente, de cierta homogeneización de sus características organolépticas.
En su lugar, PGA crea vinos con identidad, carácter y complejidad. Vinos con sentimiento de pertenencia a un terruño, pero al mismo tiempo con un perfil cosmopolita gracias al saber hacer enológico y a la innovación tecnológica que la globalización proporciona a los productores de todo el mundo.
En el fondo, PGA reinterpreta la tradición para que sus vinos sean auténticamente Bairrada, como un poema que necesita la aspereza del papel amarillento y la sutileza de la tinta permanente para alcanzar la exuberancia.
El bisabuelo de Pedro Guilherme Andrade, António Martins Simões, plantó los primeros viñedos. En aquella época predominaban las variedades de uva tradicionales de Bairrada, como Baga y Castelão. Tras la vendimia, las uvas se colocaban en cubas de madera, donde posteriormente fermentaban en una bodega construida junto a la casa familiar. Una vez producido, el vino se almacenaba en barriles y toneles de madera fabricados por toneleros de los pueblos vecinos.
Con la muerte del patriarca, es el abuelo de Pedro Guilherme Andrade, Agostinho Andrade, quien continúa la producción de vino en la propiedad Vale de Boi, que entretanto ganó mayores dimensiones, precisamente por este último viticultor. El cultivo de la vid se realizaba según los métodos de la época, cavando la tierra con azadas y enriqueciéndola con abundante maleza. La producción de vino sería retomada en las últimas décadas del siglo XX por el padre de Pedro Guilherme Andrade, António Guilherme Andrade, tras la muerte de su padre, Agostinho Andrade. Era un imperativo familiar continuar con el cultivo de la vid, pero ahora con un nuevo impulso debido a la ampliación del terreno y a la introducción de nuevas técnicas y equipos.
La transformación casi total de la producción comenzó por el viñedo, cuya superficie de cultivo aumentó considerablemente y se introdujeron nuevas variedades de uva. Al mismo tiempo, la maduración del vino ya no se realiza en cubas de madera, que han sido sustituidas por depósitos de acero inoxidable y barricas de roble francés. Esta labor vitícola que ha atravesado generaciones está anclada en un terruño con características excepcionales para la producción de vinos tranquilos y espumosos con Denominación de Origen Bairrada. Las variedades tintas Baga, Touriga Nacional y Merlot y las variedades blancas Bical, Cercial y Chardonnay predominan en suelos arcillo-calcáreos altos. Los viñedos situados a mayor altitud hacen que los vinos tranquilos y espumosos que aquí se producen tengan una buena acidez, equilibrio y frescura. Estas características también se deben al clima moderado de la región de Bairrada, cuyos inviernos suaves van seguidos de veranos suavizados por la brisa atlántica.
A su vez, la bodega, que se ha modernizado entretanto, garantiza que la calidad de las uvas dé lugar a vinos tranquilos y espumosos bien estructurados, elegantes y con potencial de longevidad.
Rua do Loreto 1, Vale de Boi
3780-482 Anadia
Portugal